


Resurfacing facial con láser
El resurfacing es una innovadora técnica que emplea el láser para corregir arrugas faciales. La precisión de estos instrumentos permiten un control casi absoluto de todo el proceso de exfoliación cutánea, lo que supone una gran eficiencia y resultados óptimos.
El resurfacing elimina las capas externas de piel que han sido afectadas por el proceso del envejecimiento, el daño del sol, y otros factores perjudiciales de la piel. La técnica consiste en aplicar sobre la piel un láser de CO2, abrasivo pero altamente controlado y programado, de acuerdo a las características de cada paciente. El láser vaporiza las capas externas de la piel, eliminando la superficie que aparece dañada y penetra a una profundidad muy exacta, controlada y homogénea, haciendo que el procedimiento tenga mayor seguridad y evita todo tipo de sangrado. Puesto que el rayo láser es una clase de fuente de energía "fría", no se quema ni daña la piel más allá o debajo del nivel exacto de la capa que es tratada. Además el calor generado promueve la formación de colágeno, dando un aspecto liso y uniforme, a la piel que se regenera. Después de esto, comienza rápidamente un proceso de regeneración que vuelve a su piel a un estado más joven, más fresco y más sano; queda mas firme y tersa, y la nueva acumulación de colágeno da un aspecto juvenil, continuando este proceso durante muchos meses, por lo que sigue mejorando con el tiempo.
Este método es aplicable tanto a las arrugas finas y moderadas como a las más profundas. Las primeras desaparecen por completo y las segundas mejoran notablemente. Está indicado en las arrugas palpebrales, patas de gallo, frontales y de entrecejo, mejillas y labios superior, inferior y mentón. Es muy eficaz para eliminar las líneas verticales del margen del labio, que causan el conocido lápiz de labio a la “pluma” y los surcos alrededor de los ojos que se prolongan a las mejillas.
Posterior al tratamiento, los 2 o 3 primeros días se produce una inflamación, que poco a poco va desapareciendo. No es dolorosa, puede presentarse picor y tirantez. La curación se retira entre los 10 y 12 días. La mayoría de los pacientes requerirán 10-14 días, normalmente al retirar el tipo de curación que empleamos, la piel esta totalmente regenerada. Al principio la piel aparece algo sonrosada y reseca, por lo que habrá que aplicar unas cremas especificas. Luego las áreas tratadas pueden presentar rojez o cambios pigmentarios, que pueden durar entre 4 y 8 semanas, dependiendo de la textura y color de la piel.
